INICIO BIOGRAFÍA CURRICULUM CONTACTO

La fortuna de equivocarse

27 mar 2011



¿Qué sueles hacer cuando te equivocas o cuando las cosas no salen como tú querías?...  ¿Te molestas?,  ¿Te sientes fracasado? , ¿Buscas a alguien a quien responsabilizar? , ¿Te desanimas  y desistes?, ¿dudas de tu capacidad y talento?
Una equivocación  no es más que una señal que te dice que lo que estás buscando no lo hallarás por ese camino, también es un mensaje, bastante claro, que te indica que lo que tú creías que era, no lo es.  Entonces, ¿por qué no sentir alegría por tan importante descubrimiento? ¿Por qué la reacción tiene que ser de molestia, fracaso y hasta de tristeza?
Una equivocación puede ser  lo mejor que te sucede en la vida. Claro, eso va a depender del significado que le has venido otorgando a las equivocaciones en tu vida.
Pensemos y reflexionemos un poco en lo que ganas cuando te equivocas:
1)      No perderás más tiempo ni energía insistiendo en un camino que no es el indicado.
2)      Te motiva a buscar otros caminos que te ofrezcan nuevas posibilidades de éxitos.
3)      Recibes una oportunidad para  aprender qué cosas hiciste y no debías hacer o viceversa.
4)       Entiendes que éste no era el momento adecuado y que las condiciones no eran las ideales.
Pero muchas veces, en vez de elegir quedarte con esa sensación de ganancia, eliges quedarte con todo lo contrario:
1)      Te sientes rabioso y furioso contigo mismo por no haber acertado (como si tú fueras un mago o un adivino que lo tienes que saber todo)
2)      Sientes una sensación de fracaso que te lleva a  vivir un episodio de profunda tristeza.
3)      Actúas como si ese suceso era la última oportunidad que tenías y ya no tienes más opción ni salida.
4)      Dudas de tu capacidad, de tu suerte, de tus dones y talentos.


No niego que equivocarse puede causar molestia y contrariedad pero de ahí a permanecer atrapado por horas, días y hasta meses culpándose o reprochándose hay una notable  diferencia en cómo vemos nosotros la vida.
Como siempre he creído: el problema no está en lo que te sucede sino en lo que haces con eso y en el significado que le das, y algo muy importante: la calidad de ese significado está relacionada directamente con la forma con que te tratas a ti mismo.
Me gustaría hacerte una pregunta y piensa bien tu respuesta, trata de que sea lo más honesta posible:
Cuando te equivocas, ¿eres comprensivo contigo mismo, te tienes paciencia, eres respetuoso?,  ¿O más bien eres de los que se molesta a tal punto que llegas a censurarte,  a decirte palabras duras e insultantes y hasta tratarte mal?  
Si es así, es muy probable que eso tenga su origen en la infancia y en la forma que tus padres y maestros te trataban cada vez que cometías una equivocación. De esa forma te acostumbraste a tratarte a ti mismo y hasta el día de hoy es posible que sigas creyendo que esa, y no otra, es la única manera de hacerlo.
No importa lo que pasó, sino lo que podemos hacer con eso que pasó. Creo firmemente en que todo se puede transformar si le damos otro significado a las cosas, pero para lograr eso hay que cambiar la creencia que tenemos de esas cosas. ¿Cómo te hubiera gustado que te trataran cada vez que te equivocabas? Quizás te hubiera gustado que se sentaran contigo y te hicieran ver lo bueno y ventajoso de que las cosas no hayan salido como querías. Tal vez esperabas que  te explicaran que no era el momento adecuado, que era necesario esperar un poco más. A lo mejor deseaste que te sugirieran que buscaras respuestas tocando otras puertas a ver qué resultados obtenías.  
Entonces, la próxima vez que te equivoques intenta tratarte de esa manera respetuosa, amable y cariñosa con la que siempre quisiste ser tratado. Eso sí, hay que tener paciencia, ya que instalar una nueva creencia necesita de tiempo, constancia y mucha práctica. Es probable que tu primera intención al equivocarte sea la de reprenderte y censurarte. No te preocupes, eso forma parte del ir desaprendiendo una creencia para instalar otra nueva. Lo importante es que inmediatamente recuerdes que eres un ser humano, que no tienes porqué saberlo todo, que estás aprendiendo y que detrás de esta equivocación hay una ventaja que a lo mejor hoy no puedes ver. Sé comprensivo y respetuoso en los momentos que más lo necesites y una equivocación es, sin duda, una oportunidad para demostrarte ese amor y ese respeto. Una equivocación puede ser una buena noticia, un regalo y una bendición que se aparecen en tu vida porque eres un ser privilegiado por el simple hecho de estar vivo. Claro, eso va a depender de la creencia que tengas de lo que es equivocarse.
Un abrazo

No hay comentarios:

Publicar un comentario