¿A qué cosas le estás dando la potestad de que te hagan feliz?...
Y lo más importante: ¿Eres feliz con ellas? Y cuando no tienes lo que quieres, ¿también te sientes feliz?
Roxana llegó a mi consulta bastante desconsolada porque según ella la felicidad siempre le había sido esquiva y cuando llegaba a su vida solo venía a ratos para luego alejarse.
-¿Podrías definirme tu concepto de felicidad? –le pregunté.
-Tener una pareja. –me dijo sin titubear y con mucha seguridad.
-¿Tienes pareja actualmente?
-No, y por eso es que te digo que no soy feliz.
Después de un breve silencio, le pregunté:
-¿Eres feliz sólo cuando tienes pareja y cuando estas sin pareja, no?
- ¿Quién puede ser feliz estando solo? –me respondió con mucha seguridad.
-Yo no dije solo, dije sin pareja
-¿Y no es lo mismo?
-No, no es igual. Estar solo es una cosa y no tener pareja es otra. Es más, hay personas que tienen pareja y se sienten muy solas. Como hay personas que no tienen pareja y no sienten soledad.
Roxana tomó unos segundos para reflexionar lo que le acababa de decir hasta que decidió responderme:
-Me cuesta mucho creer que se pueda ser feliz cuando no se tiene pareja.
Ante esto me di cuenta que la preocupación de Roxana por tener una pareja se debía más bien al temor de no tenerla (o como decía ella, a estar sola). Así que decidí descubrir qué era eso que tanto temía y que sólo se evidenciaba cuando no tenía pareja.
-Es que cuando no tengo pareja, me siento que “poca mujer”, siento que me falta algo, me siento frustrada y un poco fracasada. –me contestó finalmente y después de varias preguntas.
Así que seguí investigando en las consultas sucesivas en qué consistía eso de ser poca mujer, de donde venía eso, quién se lo dijo, etc. Roxana recordó que su mamá siempre decía que una mujer sin un marido al lado se veía como ¨poquita mujer¨, como incompleta, como que nadie la quiere. Y que una mujer sola se veía muy feo. Lo paradójico del asunto es que Roxana terminó obedeciendo ciegamente algo que su mama nunca ha podido comprobar ya que ella tampoco tuvo una pareja estable.
El trabajo de Roxana se orientó a liberarla de esa creencia que aunque pertenecía su mamá ella terminó obedeciendo sin darse cuenta. Comenzamos a revisar lo que había sucedido en sus anteriores relaciones para ir reparando y revisando dónde estuvieron las fallas y de qué forma podía actuar si se le presentara la misma situación.
Por supuesto que no niego que el tener pareja es algo que nos puede hacer felices, pero cuando nuestra felicidad depende de si la tengo o no, es algo que habría que revisar.
Feliz vida.
La felicidad, en mi humilde opinión, es una decisión, que se alimenta día a día, y que no tiene nada que ver con siempre llevar una sonrisa en el rostro ni estar eufóricos en todo momento. Incluso siendo felices, podemos sentir tristeza en un momento determindo, rabia en otro e incluso melancolía. Más, sin embargo, no dejamos de ser felices por vivir una experiencia poco grata.
ResponderEliminarLas posesiones materiales no garantizan felicidad, ni una persona que te "acompañe", porque si no se toma la decisión de ser feliz, se puede tener todo lo deseado, sin llegar a experimentar la maravillosa sensación de ser feliz.
En mi aquí y mi ahora, me considero una mujer feliz, muy a pesar de las circunstancias poco gratas por las que pueda estar atravesando...